sábado, 27 de noviembre de 2010

no se manejar..

me caga manejar, en verdad me caga.. una vez mi papá me iba a enseñar a hacerlo y no se porqué creía que yo ya sabía hacerlo, me regañaba cada vez que el coche brincaba, cuando se apagaba, cuando no encendía, cuando se iba de reversa sin querer.. sin mas en un momento de hueva por la situación me bajé del auto y me fui caminando a mi casa.. no tomé una clase mas con él..

hoy se me presentaba la oportunidad de aprender a manejar de nuevo, era en un carro automático, pero a final de cuentas aprendería a conducir..

subí al coche, me puse el cinturón de seguridad, acomodé el espejo retrovisor a la altura de mi vista (de paso me miré y uff!, que guapo estoy), los espejos laterales los acomodé a base de gritos a mi copiloto y respiré hondo.. gire la llave, un ligero murmullo y el auto estaba encendido..

palanca de velocidades en primera, ligera presión con el pie en el acelerador, un ligero salto reacomodó mis vértebras cervicales dañadas de tanto rodar en CU..

segundo intento: otra vez suspiro y giro la llave, se enciende el motor.. piso con cuidado el acelerador, el auto avanza un poco por la calle poco transitada que sirve como escuela amateur de manejo..

mi copiloto (y también profesor de manejo) me dice qué hacer: cambio de velocidades, de carril, mirar por el retrovisor, por los espejos lateras, orillarme poco a poco.. todo eso hago con el cien por ciento de mi déficit de atención..

llegamos al final de la calle, me bajo de mi lugar, mi profesor asume el control del vehículo y de un rápido reversazo acomoda el vehículo para poder seguir conduciendo en el sentido contrario al que empezamos la clase..

repito cada paso previamente estudiado en mi mente: respirar, encender el carro, pisar de a poquito el acelerador y cambiar de velocidad.. todo es mas fácil cuando lo hago por segunda vez..

a mitad de la calle noto que hay un retorno.. creyendo más fácil girar en él que continuar por el camino solitario en el que iba hasta el final del mismo, giro en el mismo y la cago.. uf!.. entro en una calle aún mas desierta que la anterior.. con todo y copiloto/maestro hablador a mi lado (de esos que se pasan todo el tiempo diciendo que tan bien lo haces, de los que aplauden tus pocas virtudes) me siento solo en ese callejón.. nervioso, sin saber qué hacer, empiezo a cantinflear:: ¿me freno no?, ¿y si manejas tu?, no espera, si puedo hacerlo yo, ay wey!, pidos, no espera, si sé.. piso una piedra, atropello una piedra! (mejor dicho) y una llanta revienta..

incomodo en el asiento del piloto, prendo un cigarro, le doy dos chupadas.. me repito lo que siempre me he dicho: me caga manejar.. me bajo del coche y camino para mi casa en donde me espera mi siempre fiel bicicleta..

Karla y Marcu que vieron toda la escena se ríen..

eres un pendejo Manuel, no paran de reptir.. 

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