andaba el otro día en la Raza..
vendían discos de salsa piratas..
y en el bailongo del tercer vagón..
se cerraron las puertas y me pasé de estación..
el bailongo seguía con gran confusión..
cuando un tipo de traje las nalgas me tocó..
en chinga se bajó con cartera y dignidad ajenas..
y de que me pasé de estación me doy cuenta apenas..
y el cabrón ese sigue con su salsa..
no sabe que por su culpa, no me bajé en la Raza..
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colaboró henry chinansky..
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