Fernando José sale corriendo a la calle buscando desesperadamente un teléfono público, quiere llamar a Anastasia. Aprendió de memoria su número y tenía en el bolsillo del pantalón una monedas. Marca su número lentamente, no quería equivocarse.
¿A tomar un café? o, ¿a dar una vuelta?
¿Quizás al cine?
¿Le gustará Mamma Mía?
Estoy temblando
Marco su número 55-5326-...
Ring..
¿Qué digo?
Ring..
Ring..
Ring..
Una señora obesa con una bolsa en la mano, espera su turno
Ring..
Ring..
La señora ve su reloj, mira tratando de presionar
-Buenas tardes, me puede comunicar con Anastasia
-¿De parte de quién?
-¿Eh? Este, de, Fernando José, un amigo de la universidad
-Veré si está
-Gracias
Silencio y la señora gorda mirando para presionar
-Fernando José, ¿no me recuerdas?
-Mmm, la verdad, no.
-El del metro, nos volvimos a encontrar hace dos semanas
-Ah, sí. Es que no recordaba tu nombre.
-Ahora ya lo sabes
-Bueno, eso no importa, ¿y para qué puedo servirte?
-Te hablé porque realmente me dejaste impresionado
-Por favor...
-Es cierto, y pues, quisiera invitarte a salir, tomar un café, ir al cine, a dar la vuelta, o a cualquier lugar, ¿te gustaría?
-¿A qué horas?
-Cuando puedas, sólo quiero verte de nuevo.
-Qué genial, pues mira, yo encantada, hoy salgo de la biblioteca a las 7, ¿pasas por mi?
-Con gran placer, ¿dónde está la biblio?
-Es la Biblioteca México, metro balderas
-Ok, ¿dónde te encuentro?
-En la cafetería, ¿ok?
-Ok, te veo ahí
-Bye
-Bye
0 comentarios:
Publicar un comentario