lunes, 27 de abril de 2009

••un cubrebocas salvó mi vida..

hoy me atacó un vampiro.. quería mi sangre y venía por ella..

es cierto, cuando un vampiro quiere su sangre no puedes negársela.. 

su mirada hipnótica hizo trizas de mi.. recargué mi cabeza sobre mi hombro derecho.. la yugular expuesta y un vampiro sediento.. 

pero la arteria no perdió su relleno cremosito.. un tapabocas estaba entre ella y unos colmillos hambrientos..

el monstruo le temía a la influenza (que si pasó de cerdo a humano, también podría pasar de mortal a inmortal)..

y así, un cubrebocas salvó mi vida.. 

1 comentarios:

Sme dijo...

Jajajaja. Buena historia. Me hizo reir. =)